Saber y sentir son cosas diferentes, cuando sientes no sabes y cuando crees que sabes, ya dejaste de sentir.

lunes, 7 de febrero de 2011

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Reloj de arena
Porque solo cuando te crees que nada es para siempre, puedes cerrar puertas. Porque no podemos seguir un rumbo si no conseguimos dejar atrás lo que ya no está con nosotros. Acelerábamos si el otro apuraba el paso, tomábamos juntos el desvío si alguno de los dos decidía hacerlo, y ahora ha desaparecido. De repente no está a la vista. Éramos como dos personas guiadas por el mismo deseo, como dos seres habitando en un solo cuerpo, como dos personas con una sola alma. Curiosamente hemos sido entrenados para creer que no somos capaces de soportar una pérdida, porque la tristeza es nefasta y destructiva. Los duelos ... duelen. Y no se puede evitar que duelan. Pero como nada es para siempre, eso tampoco. Recorrer el camino requiere tiempo, y el tiempo lo cura todo. Abre puertas, puertas que te permiten acceder a infinitos caminos sin espigas, que te muestran lindas almas sin maldad. Te acercas con ello a la felicidad. Y es que ser feliz no es un derecho solamente, también es una obligación, y para comenzar hemos de asumir la responsabilidad de nuestra propia vida.

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