Lo que sientes no puede verse desde aquí. Lo había olvidado, la vida crece entre los matices, se esconde siempre lo que no dices para hacerse de rogar. Un día claro, y aquellas cosas que no vivistes, son las que hoy me hacen decirte que la fiesta empiece ya. Yo soy de los primeros, que van huyendo de los no sinceros. Se necesita decir que no a los miedos. Aunque me canse, y vengan miles de días tristes, y mis palabras quieran rendirse ante la lluvie en el cristal... Me suena grande, los imposibles también existen. Demasiadas canciones que ya no llegan, suenan palabras que jamás las llenan. Que nadie entiende. Y existe el miedo, el miedo a a equivocarse, el miedo a perder tras haber arriesgado. Entonces, todo se reduce a un sitio repleto, lleno de noches sin artes, de abrazos vacíos, de mundos aparte, de inexpresión en los ojos, de miedo a encontrarse, de huecos, de rotos... No pido casi nada, que se pierdan mis sentidos y se nuble tu mirada. ¿Y si el miedo nos consigue? Se me hace grande.

A veces, el agujero que dejaste en mi corazón, duele; cortan a traves de lo mas profundo de mi ser, y llena mi boca de palabras que me hacen llorar. Corazones rotos y manos que dicen adiós, para hacernos apreciar lo que perdemos. Luego nuestros ojos lloran y nuestras alman suspiran, para que sepamos que eso duele. Muy de vez en cuando, mis recuerdos hacen daño, con una vaga idea de lo que podriamos haber hecho... pero a medida que el tiempo pasa y me voy haciendo mayor, amo lo que conozco, y es suficiente para imaginar el resto.