Saber y sentir son cosas diferentes, cuando sientes no sabes y cuando crees que sabes, ya dejaste de sentir.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

perfect

Debería ser un delito, debería estar penalizado. Hablo del aparecer, llenar una vida de ilusión, y largarse sin más. Irse, convencido de que no has hecho nada. Incluso, llegar a afirmar que nunca llegaste, y no fue tu intención hacer sentir. Debería haber quién lo impidiera. No deberían existir las falsas esperanzas. Nadie debería estar condenado a superar hachas directas al pecho, y esas miles sensaciones indeseadas que ello provoca. Ojalá fuese un delito... aunque sería difícil diferenciar la víctima del verdugo.

sábado, 15 de diciembre de 2012

allure.

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma. Jugar a ciegas a querer y no querer, apreciar ausencias allá donde miro, perder el equilibrio. Somos complices en silencio de un lenguaje que no tiene palabras. Es dejar huellas o cicatrices, y jugar a ganar o a no perder, entre otros, lo que marca la diferencia. A veces añoro alguien que aprecie lo que yo ignoro de mi, pero al fin y al cabo se avanza sin que importe, siempre y cuando sea posible.

really

Es cierto, la vida es como una montaña rusa... Un día te sientes el ganador del mundo, y al otro puedes sentirte el ser más débil, pero de ahí la importancia de cuando te sientas el ganador del mundo, no olvidar que eres débil, y cuando te sientas débil, recordar que no has dejado de ser el ganador del mundo. Y no puedes pretender todos los días estar en la cima de la montaña, porque no sería justo, porque no sentirías la emoción de las subidas y bajadas, porque no podrías empezar a valorar cuando un vaso está medio lleno, o medio vacío, porque la vida es más de lo que aparenta ser, y a menudo, muy a menudo, nos dejamos engañar por esas apariencias y pensamos o actuamos en referencia a ellas. Y puede ser, es muy probable, que esté ahí el gran error de nuestra vida, el gran fallo, el gran tropiezo, el gran engaño.