A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio, cuando deja de sorprenderte cualquier final. Es mas, es bueno y casi necesario saber que sonreír no es lo mismo que reír. De cualquier modo, si hay algo que me fascina del acto de sonreír es lo mucho que se obtiene frente a lo poco que cuesta, lo poco que abunda frente a lo gratis que es. Lo bien que me conozco el teorema, lo poco que me lo se. Sonríele a la vida, te lo devolverá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario